24 mayo 2008

Estar al lado y terminar siendo el protagonista


Vivimos tiempos curiosos, en los que los secundarios se convierten en protagonistas. Si uno hace una lectura seria y meditada de la realidad en que nos ha tocado vivir, puede pensar que se trata de una corrección, de la mejora social que implica comenzar a elegir como tema al secundario, esto es, al hombre común, antiretórico, antihéroe, ser humano común y vulgar que "doquiera que vaya lleva consigo su novela". Otra lectura, me temo que más real, surge de la tendencia actual a convertir a seres secundarios en héroes porque son más manejables, porque se ofrecen de un modo más cómodo a la manipulación que requiere el mercardo. La última, la más pesimista y negra, es que la sociedad espectacular en que nos vemos inmersos necesita convertir a todos en protagonistas para mantener esa ilusión espectacular con la que nos anestesiamos.
Tanto da. Lo importante es señalar la tendencia a entronizar a gente que tiene tan sólo un mérito en su haber: haber estado al lado de gente que ha hecho cosas importantes. Voy a ahorrarme la lista por poco interesante, pero todos tenemos a mucha gente en la cabeza cuando digo esto.
Lo peor es que hay ocasiones en que toda esta visión es injusta para algunas personas. Y ése sería el caso de Cornell Capa. Del mismo modo que Gerda Taro, que durante muchos años no fue más que la novia de Robert Capa que murió bajo la oruga de un tanque, la figura del hermano de Capa quedó ensombrecida por la magnitud de su hermano. Y hay que recordar que es injusto. Una buena muestra es la estupenda foto que Cornell Capa realizó durante el rodaje de The misfits (Vidas rebeldes) que ilustra esta entrada. Por cierto, perdón por las marcas anticopia de Magnum, pero no he encontrado otra versión sin ellas en la web.
Cornell demostró, una vez más, que era mucho más que el hermano de alguien. En este mundo donde todos intentan medrar por cualquier causa, incluso vendiendo alguna animalada que ha hecho su pariente, conviene no olvidar a los que han visto olvidada su labor por tener cerca algún hermano único, como es el caso de quien estamos hablando.
Un abrazo, Cornell. Descansa y gracias