Casi todos los descubridores lo han sido por azar. Eso lo sabía ya Carlos Rodríguez, editor de La uña rota, antes de que toda esta peripecia comenzase. Lo que ignoraba, en cambio, es que en el momento en que realizaba la labor rutinaria de solicitar los derechos de traducción de un par de piezas de Georges Perec a la editorial francesa que posee los fondos del autor estaba convirtiéndose en uno de esos tipos que pasan a los manuales de historia. O, por lo menos, a los estudios y biografías que sobre Perec se escriban en el futuro. Su otro compañero en la hazaña, porque los descubridores no suelen trabajar solos, fue el traductor de los dos textos que ahora se editan conjuntos y especialista en la obra de Perec, Pablo Moíño Sánchez, y se enteró de dicho descubrimiento cuando Carlos Rodríguez le informó de que la editorial Hachette desconocían la existencia de una de las piezas cuyos derechos solicitaban. Se trataba de L’art et la manière d’aborder son chef de service pour lui demander une augmentation.
Ambos, sorprendidos pero con la grata sensación de tener un as en la manga, decidieron poner al tanto a los editores de Hachette del lugar donde se encontraba aquel texto. Se trataba del número cuarto de la publicación Enseñanza programada (L’Enseignement Programmé). Allí se incluía un organigrama diseñado por el propio Perec y un texto que se extendía a lo largo de once páginas de la revista sin puntuación alguna. Este texto, como libro independiente, supuso una sorpresa el año pasado en Francia.
Moiño había, además, sabido ubicar la importancia de dicho texto dentro de la producción de su autor. Se trataba de un ejercicio de estilo en el que Perec había decidido invertir el proceso de escritura que siguió Raymond Queneau en “Un cuento a vuestra manera”. Queneau proponía una narración en la que el lector elegía un sendero y despreciaba todos los demás. Perec, por el contrario, parte de un organigrama para investigar todas las diferentes combinaciones que aparecían para desarrollar una historia. Lejos de aburrirse con la escritura de un texto basado en la reiteración de elementos, siguió investigando en dicho texto hasta convertirlo más tarde en una pieza dramática para la radio y, tras una serie de correcciones, en la obra teatral El aumento. Dicho drama permanecía inédito como libro en castellano. Tan sólo habían aparecido traducidos por Antonio Altarriba unos fragmentos en el especial de la revista Anthropos dedicado a Perec en 1992, coordinado por Jesús Camarero. En el mundo teatral sí que ha tenido más eco ya que Carlos Mathus dirigió una puesta en escena en el teatro Empire de Buenos Aires durante el año 2001 y tanto Sergi Belbel, en el Institut Teatre de Barcelona en 1988, como Jesús Díez, en Teatreneu en el 2000, dirigieron montajes en catalán bajo el títolo L’augment. Pero hasta el día de hoy no existía una edición completa en castellano de esta obra.
Por si fuera poco, este texto alarga su sombra hasta la obra maestra de su autor, la monumental La vida, instrucciones de uso. Como sabe todo aficionado a la obra de Perec, en esta novela de más de seiscientas páginas diseñada como un juego matemático de permutaciones, volcó muchas de sus obsesiones, hasta el punto de estar trufada de autocitas en casi todos sus capítulos. El texto reaparece en el penúltimo de los capítulos de la novela, el XCVIII, cuando presenciamos a Maurice Réol solicitar un aumento de sueldo a su jefe de servicio en la CATMA para evitar el embargo que le pondría a él y a su mujer de patitas en la calle. Fuera del enorme edificio ficticio y narrativo que es esta novela que, paradójicamente, esta dedicada a la memoria de Queneau, que fuera el punto de origen de esta historia.
Se cierra así un nuevo capítulo en la biografía de Perec con la reaparición de un texto que, curiosamente es el inmediato predecesor de una de sus novelas más celebradas, La disparition (El secuestro en la traducción española), en la que evitaba el uso de la vocal más frecuente en francés: la e.
Publicado en el ABCD de las Artes y las Letras el día 21 de noviembre de 2009