26 marzo 2010

Desclasificaciones


¿Libro-reality?
Bizzio cimenta con Realidad, un libro ambientado en Gran Hermano, su posición de referente de la narrativa argentina.

Ver a Sergio Bizzio sorprende, al primer golpe de vista nadie diría que es un escritor de cincuenta y tres años. Parece más un rockero maduro, aunque él lo desmiente, tiene una banda, pero no tal y como uno se la imagina. “La mitad de los integrantes no sabemos tocar. Es una banda de no-músicos (aunque suene a no-videntes). La banda se llama Súper Siempre y este mes editamos nuestro primer CD, que se llama “Juicio al perro”. No bromea, lo estrenan a primeros de agosto con un concierto en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Pero hay una lógica detrás, el grupo lo completan un músico vanguardista, un pintor y un editor. O sea, una banda muy arty, que cuadra muy poco con un novelista que ambienta su novela en un plató del Gran Hermano argentino. “Me interesaba la idea del manipular manipulado”, explica. “Capas y capas de manipuladores en acción. Pero debo confesarte que no me lo planteé así de entrada. Quizá me atrajo la idea de un choque de mundos totalmente opuestos e igualmente fanáticos.”
Realidad comienza cuando un grupo de terroristas islámicos toman al salto el plató del reality show y hacen públicas sus exigencias a las autoridades. Cualquiera se está haciendo la pregunta de por qué poner en relación los titulares del telediario con un programa de telebasura. “El Corán y el rating, de hecho, son absolutos. Todo lo que dice el Corán es bueno, y lo que no dice el Corán es malo. Para los productores de televisión el asunto funciona de la misma manera: lo que tiene rating es bueno, y lo que no tiene rating es malo.”
Bizzio tiene una capacidad especial para descubrir relaciones sorprendentes e insospechadas o para darle la vuelta a los tópicos exprimiendo todo lo que llevan dentro. Sirva como ejemplo el interés que Emilie Deleuze -hija del influyente filósofo Gilles Deleuze- ha mostrado ya su interés por llevar la novela al cine. Él, en todo caso, huye como la peste de ser interpretado como un intelectual volcado en “la actualidad más acuciante”: “Hay miles de escritores que trabajan adrede con grandes temas, con ritmos consagrados y con el objetivo de hacerse eco de ciertas preocupaciones o intereses del presente. No es mi caso. No aspiro a convertir mis obras en mercancía comunicacional.”
Y, sin embargo, sus narraciones han despertado el interés de varios cineastas. Guillermo del Toro ha producido la adaptación que Sebastián Cordero ha filmado de una novela anterior, Rabia, “podría decirse que entre “Del Toro” y “Cordero” tengo el asunto de la carne resuelto”, bromea, pero antes su pareja, la también escritora y cineasta Lucía Puenzo, adaptó su cuento Cinismo en la exitosa película XXY, cinco premios en Cannes 2007. Él se resta méritos: “Mi colaboración con ella durante la escritura del guión se limitó a observaciones domésticas durante el almuerzo o la cena. Lo mejor que puede hacer el autor es mantenerse al margen del trabajo de adaptación de sus textos.”, y, por si fuera poco, también Paula Hernández, directora de las cintas Lluvia y Herencia, ha usado otro cuento para su nuevo estreno, Un amor para toda la vida. “Soy un hombre adaptado por mujeres”, agradece.
Quizás su aire juvenil se deba a que nunca está quieto. En sólo dos años ha publicado las novelas Era el cielo y Realidad, un libro de poemas (Te desafío a correr como un idiota por el jardín), grabado su disco y rodado su segunda película como guionista y director, un alegato pro-tabaco: No fumar es un vicio como cualquier otro. Él no ve diferencias entre sus distintas dedicaciones: “Mis pasiones son intermitentes, saltan, aparecen y desaparecen, pero en la práctica forman un todo. Me cuelgo y descuelgo de estas cuatro actividades principales como de puntos trigonométricos que me sirven para orientarme en una realidad siempre desconocida. Y cada una de ellas incluye a las otras.”
Este texto fue escrito para el suplemento EP3 de el diario El País. Nunca se publicó.
Debía coincidir con la edición en España de las novelas Era el cielo y Realidad, ambas en Caballo de Troya, dentro de lo que se llamó "Primavera argentina".
El video es una actuación del grupo Super Siempre en la sede de la editorial Santiago Arcos.