Muchas veces se ha repetido que en el mundo editorial en lengua española pasan cosas muy raras. Por ejemplo: es más sencillo traer a un autor hispanoamericano a España que algo tan común y cotidiano como encontrar libros suyos en las librerías. Luego sucede lo que sucede: las mesas redondas son completos fracasos y los gestores culturales, haciéndose los ingenuos auqnue tengan muy poca habilidad para dar el pego, se excusan ante los autores del escaso o nulo eco de sus visitas. Los escritores, a los que les han pagado un billete de avión y unas noches de hotel, además de algo de suelto por la charla, aceptan, como no puede ser menos, las excusas disculpando a los organizadores y mostrándose humildes y comprensivos ante el nulo interés que despierta la vida cultural latinoamericana en la madre patria. Alguien debería explicar a estos gestores que sería mucho más útil gastar el dinero de los impuestos en traer ejemplares de libros, dvd y cd para el uso y disfrute de los ciudadanos y no desperdiciarlo en sus sueldos, visto lo visto. Pero eso es, supongo, algo que nadie quiere escuchar. Quizás por razones como esas uno no puede hacer otra cosa que estar enormemente contento ante un proyecto como Puntocero.
Ulises Milla Lacurcia inauguró la editorial en 2009 en Caracas. Un proyecto ambicioso, abierto a todo tipo de temáticas y géneros, que comenzó su andadura con el lanzamiento de cuatro títulos:
Payback, de Lucas García, Sexo en mi pueblo de Leo Felipe Campos dentro de la línea de ficción, y A este infierno no vuelvo, de Patricia Clarembaux y Globotomía de Aramis Latchinian dentro de no ficción. Continuó con la edición de una selección de crónicas de la revista Marcapasos, llamada Se habla venezolano y Oro Rojo, de Mariana Párraga. El interés por la realidad se hace evidente en la dedicación a los libres de corte periodístico.
Parece que no les ha ido mal en Venezuela, con buenas críticas y algún que otro premio.
Ahora desembarcan en Uruguay. El próximo jueves 17 de junio tiene lugar la presentación en Montevideo. Los títulos elegidos tienen muy buena pinta. Además del mencionado Globotomía, completa la línea de no ficción El imperio insaciable de Mario Szichman. Y en ficción dos recuperaciones. Por un lado El refuerzo de Horacio Convertini, ya editado en España en una pequeña editorial de escasísima presencia en las librerías, y que está ilustrado en su cubierta por una fotografía de la genial fotógrada Fernanda Montoro, y , lo mejor para el final, mi queridísimo y admirado libro Prontos, listos, ya de Inés Bortagaray. Debería hacer una entrada tan sólo para hablar de este libro y de Ahora tendré que matarte, los dos que ha publicado esta escritora fantástica. Yo, pese a que tengo ya el libro, regalo además del no menos excelente Pablo Casacuberta, no dudaré y, apenas haya puesto un pie en el aeropuerto de Carrasco este mes de agosto, me haré con un ejemplar para traer de vuelta a España.
Me gustaría estar en Montevideo este jueves. Disfruten todos los que puedan. Y, esperemos que Puntocero llegue pronto a España.