Amigos, lectores, alumnos, enemigos, desconocidos, políticos, vendedores de pañuelos de los semáforos, camareros, farmacéuticos... Una lista interminable de personas me pedían que este blog fuera más informativo y menos crítico -algunos, piadosamente, decían analítico- porque las entradas son muy largas y lo que cuento en él me intersa solo a mí -sí, así de sincera es la gente cuando uno no les pide que lo sean. Y como no quiero cambiar este blog, que me gusta tal y como está, he decidido abrir esa agenda que me pedían. Se llama Monrovia y se puede visitar desde hoy a través de este enlace.
Espero que os guste y la encontréis, cuanto menos útil.