19 julio 2012

Evguénie Sokolov, de Serge Gainsbourg



El autor Gainsbourg, una de las grandes figuras de la canción francesa, quizá el que mejor ha soportado el paso del tiempo, supo crearse varias personalidades para enmascararse frente a la presión mediática. La del cantautor irónico, la de la figura contestataria y la de un pintor excéntrico que sabe sacar partido a su principal defecto.

En síntesis Sokolov, trasunto del propio Gainsbourg, es un pintor que contempla perplejo el éxito de su pintura “flatulenta”. Sus expulsiones de gases son tan estruendosas que un día se le ocurre coger un pincel al mismo tiempo que comienza a expulsarlas. El éxito, el mundo del arte, los discípulos, todos reunidos en un ambiente pútrido.

Cita En los días siguientes, los críticos hablaron de hiperabstracción, de insistencia estilística, de misticismo formal, de certidumbre matemática, de tensión filosófica, de rara euritmia, de lirismo hipotético-deductivo, otros de estafa, de farol y de cagada.

Comentario Irónico, divertido, Gainsbourg supo leer el turbio panorama artístico de su tiempo, entregado ya el mercado, y devolvió una ingeniosa crítica que puede entenderse como simbólica o mordaz. Permanece el sentido cáustico de las letras del cantante y lo comprometido de su figura social. El prólogo, indispensable para los que desconozcan al autor, es espléndido.