09 julio 2012

Proyectos de pasado, de Ana Blandiana


Cada uno de los cuentos de Blandiana nos obliga a cuestionar no ya las ideas preconcebidas sobre este género o nuestra concepción del mundo, sino la función y la necesidad mismas de la escritura y la palabra.

Citas “Al fin y al cabo, el hombre más rico del mundo no es el que más come o el que mejor viste, sino aquel que puede hacerlo en todo momento.”

El autor Otilia Valeria Coman vivió, a través de la condena y muerte de su padre, las injusticias de una dictadura. Se le negó el derecho a estudiar en la universidad por ser la hija de un “enemigo del pueblo”. Adoptó como apellido el nombre del pueblo de su madre y, con tan sólo veintidós años, publicó su primer libro de poemas. Viajera infatigable como periodista –participó en el Mayo francés-, en los años setenta fue hostigada por la censura, que llegó a confiscar todos sus libros. También su labor lírica ha sido internacionalmente reconocida.

Síntesis Los invitados a una boda son detenidos y exiliados en diversos páramos de la geografía rumana donde aprenden a sobrevivir. Un delfín muerto escucha, varado en la playa, como unos hombres y niños dudan de su autenticidad. Una profesora universitaria decide criar pollos en su casa para evitar las colas de racionamiento y el hombre que la abastece de miel le vende a buen precio una docena de huevos. Los estupendos cuentos del libro cuestionan la oposición entre ficción y realidad.

Comentario Una de las realidades más terribles que nos ha enseñado la historia es que, frente a la fugacidad del presente y la rigidez del futuro, tan sólo el pasado puede ser, en realidad, objeto de transformación.  
¿Hasta qué punto nuestra vida no es más que una continua reformulación de nuestro pasado? Los cuentos de Blandiana giran en torno a esa hipótesis, a la pertinaz sospecha de haber cometido una falta, un error, que estamos obligados a purgar de un modo u otro. La resignada aceptación de la condena que se impone a los protagonistas del cuento que da título al libro nos remite a dicha culpa. El castigo que se les impone, paradójicamente, les protege de sus vecinos, les da tiempo y excusa para desarrollar una estricta supervivencia, un día a día ajeno a las presiones de la sociedad. 
¿Hasta qué punto estamos preparados para asimilar la irrupción de lo extraordinario en nuestra vida cotidiana? En “Aves voladoras para el consumo” –posiblemente uno de los relatos más bellos que he leído-, donde una profesora universitaria se ve sorprendida por el nacimiento de una docena de ángeles empollados en su terraza sin intuir lo que realmente eran, se plantea la necesidad de la ficción y la imaginación para hacer frente a las situaciones más duras de la existencia. La aparición de lo fantástico en estos textos subvierte los tópicos a que estamos acostumbrados, en lugar de una brecha inquietante en la lógica causal aparece como un rayo de esperanza, una oportunidad para algo mejor. Quizá porque la opresiva realidad de la dictadura que persiguió a la autora invertía los términos habituales. ¿Cómo es posible que hayamos permanecido tanto tiempo sin la literatura de Bandiana?  
Ana Blandiana, Proyectos de pasado, Periférica, Cáceres, 2008
Aparecido en el diario Público en abril de 2008