07 febrero 2006

El infierno somos nosotros

Tantos años dirimiendo dónde debía estar el Edén de las Sagradas escrituras -uno ha llegado a ver en televisión auténticos colgados diciendo que el paraíso estaba en Galicia, o en las Canarias, y supongo que en todos los países debe haber ejemplares así-, hasta que por fin unos científicos han encontrado un lugar no hollado por el hombre lleno de animales maravillosos.
Parece mentira, pero están ahí todos, uno al lado del otro, al menos veinte nuevos tipos de animales. Ranas de 14 milímetros, pájaros con extraños y coloridos apéndices, canguros de árbol.
Qué no habría dado siendo niño por descubrir algo así.
Pero ahora, que me coge algo más resabiado, me pregunto hasta qué punto lo que me cuentan es cierto. Y aunque veo un montón de fotografías -no pongo los enlaces porque están por toda la web, es una maravilla, llevo horas alucinado- no termino de creérmelo. Y lo que es peor, tengo la sospecha de que antes o después se convertirá todo eso en un enjambre de turistas, o, peor aún, en un recinto de turismo de élite, para que no se eche a perder, al que podrán ir los niños de papá pero no la mayoría de los habitantes de la tierra.
Me ha entristecido muchísimo darme cuenta de que todo esto no hace sino confirmar lo que ya suponía. Que siempre habrá unos privilegiados y unos pobres hombres, y que si la Iglesia está donde está es porque se dio cuenta de eso bien rápido.