«La ética es la estética del futuro.»
Lenin
«La verdad es siempre revolucionaria.»
Gramsci
«Y es que el público es un examinador, pero sin duda uno distraído.»
W. Benjamin
09 octubre 2006
Me gustaría haberlo dicho en hexámetros
Andar una hora desde la estación de metro de Estrecho hasta la plaza de Cascorro, a las siete de la mañana de un domingo, solo, caminando por la calzada a ver si uno pesca un taxi salvador que lo saque a uno los antes posible de esas calles en las que no ve más que borrachos volviendo a casa, peleas de prostitutas y chulos, algún pobre trabajador que no conoce eso del día del Señor, y, ya llegando casi a casa, a los primeros compradores del Rastro, es lo más parecido a ser Orfeo volviendo del Hades, confiando en que a su espalda le sigue Eurídice.
Pero lo peor de todo es saber que Eurídice había preferido quedarse en casa. Ni invitar a Orfeo a acompañarla en el infierno ni irse con él de vuelta a la tierra de los vivos.
Volver a casa solo, y sentirse abandonado.