16 mayo 2011

Una entrevista extraordinariamente generosa


Hace unos meses, en un encuentro de escritores en Barcelona al que fui invitado, tuve la alegría de conocer en persona a Marta Aponte Alsina. Yo, que he leído, por desgracia tan sólo una, de sus novelas, Sexto sueño, que ha sido editada por la editorial Veintisiete letras y merecería mayor atención de la que se le dio, era ya un respetuoso admirador de su escritura. Pero conocerla fue, además, una enorme alegría, porque pude conocer a una mujer de una inteligencia afiladísima y un humor envidiable. Fue, para mí y para todos los que acudimos allá, uno de los mejores hallazgos de aquel encuentro. Suena adolescente, como es lógico, pero yo creo que somos ya muchos los fans de Marta Aponte Alsina.
Para mi sorpresa, a la vuelta de unos meses me encontré con la grata sorpresa de un mail atento en el que Marta demostraba haber leído mi libro y haberlo hecho de un modo generosísimo. El mail incluía una batería de preguntas que fue tremendamente costosa de responder porque uno se siente en la obligación de hacer un milagro: responder algo mínimamente inteligente a unas preguntas tan certeras y profundas.
El resultado de esa conversación se ha editado en una publicación digital puertorriqueña y puede leerse aquí.
La foto es de Cecilia Orso y está tomada en los días en que respondía a esta entrevista,
poco antes de que Federico Falco, quien me acompaña en esta "espontánea" foto
concluyera su estancia como estudiante en Madrid.

05 mayo 2011

Noticias de otro mundo posible


¿Qué es noticia? ¿Quién lo decide, cómo, por qué, cuándo, dónde? Quizá deberíamos plantearnos desde nuevas perspectivas menos transitadas las famosas preguntas a las que, según se aprende en las facultades de periodismo, debe responder toda noticia para informar al completo de lo que ha sucedido. No lo hacemos a menudo, porque a fin de cuentas nos hemos acostumbrado a recibir las noticias como simples consumidores, sin hacer un verdadero uso de ellas, sin analizarlas y, sobre todo, cuestionarlas. Si lo hiciéramos tal vez nos sorprendería contrastar esas noticias con lo vivido, porque en muchos casos somos nosotros los verdaderos protagonistas de aquello desde lo que nos informa un diario aunque no seamos, nunca, los que aparecemos en los titulares.
Pero Santiago Alba Rico sí se ha lanzado, de modo detenido y brillante, a preguntarse cómo se producen esas elecciones y a plantear nuevos acercamientos a los hechos que hemos aprendido a llamar noticiosos. Ha entendido en primer lugar de qué se habla en los medios y de qué se elude toda noticia o comentario. Ha continuado su labor preguntándose el porqué de esas elecciones, yendo más allá para informarse sobre esos hechos que nunca merecen ser noticia. Más tarde ha ido analizando los mecanismos con que se estructura el discurso de los medios de comunicación y el modo en que éste va, poco a poco, construyendo una realidad paralela, muy parecida a la que podemos vivir pero construida desde dichos medios. Finalmente ha construido un anuario a base de “otras noticias”. Un repaso a lo que podría ser uno de esos resúmenes anuales en los que se realiza el arqueo del año y que nos permiten hacernos una idea más cabal de lo que ha sucedido, porque lo efímero y veloz de esas noticias –algo que, desde luego, no parece casual, ya que como todo producto destinado al consumo debe durar poco y facilitar un fácil recambio al consumidor- no deja hacerse una idea cabal de lo que ha sucedido.
Su particular resumen del año es este libro: Noticias. De su lectura sale uno sorprendido porque lo que a primera vista –a través de esa lectura superficial que propician los medios- podría parecer una visión utópica y algo ingenua de lo que pudiera ser el mundo, ese “otro mundo posible” que se nos ofrece desde los grupos antisistema, se transforma ante nuestros ojos en un demoledor y muy afinado texto sobre la perversión de los medios. No se trata de informar, sino de deformar, de ir construyendo un mercado, un modo de consumir la realidad, claramente dirigido e intencionado. Alba Rico utiliza esas mismas herramientas, el mismo discurso de los medios, para desactivarlos, para demostrar que pueden servir para dar la información que se desee, pero no para ofrecerle al lector la verdad. La verdad es algo que, hace mucho tiempo, no importa en los despachos de los propietarios de los medios de comunicación. Este libro es, en realidad, un manual para empezar a mirar al mundo con nuestros propios ojos.

Santiago Alba Rico Noticias Caballo de Troya, Madrid, 2010
Texto publicado en el nº 1 de la revista Suroeste, Revista de literaturas ibéricas
La fotografía es de Gonzalo Juanes

04 mayo 2011

La fotografía como creación


Para el lector inquieto es una suerte que coincidan en las mesas de novedades dos libros de Joan Fontcuberta. Uno es el ensayo La cámara de Pandora, que recoge algunos artículos ya publicados en revistas junto a nuevos textos que sirven para consolidar y dar matices al fecundo discurso teórico del fotógrafo. El otro es Blow Up Blow Up, publicado por la editorial Periférica, que no es en sí un ensayo de Fontcuberta, sino el catálogo de la exposición exhibida en la galería cacereña Casa Sin Fin en la que el artista toma como punto de partida la película de Antonioni y su relación con la fotografía. Un catálogo que en la mayoría de sus páginas alberga en realidad un interesantísimo ensayo sobre su toda su trayectoria tanto artística como teórica realizado por el crítico Iván de la Nuez.
Quien se haya acercado tanto a su labor como fotógrafo, comisario de exposiciones o teórico, sabe que a Fontcuberta le interesan los territorios mestizos y se plantea muchas dudas sobre la condición esencial de la fotografía. Que su escrutadora mirada haya coincidido con un momento especialmente significativo para la historia de dicha forma artística lo ha tornado, además, en uno de los más agudos analistas de los cambios que están poniendo cabeza abajo la idea que tenemos de los que es el trabajo fotográfico. Y en buena medida La cámara de Pandora va desgranando una serie de textos sobre el fin de la fotografía analógica, o documental, y el advenimiento de la fotografía digital, creadora y más cercana a la pintura de lo que muchas veces queremos creer (o estamos dispuestos a asumir). La fotografía parece abandonar pues su función decodificadora del mundo, como reflejo de este, para crear un universo propio que dialoga directamente con él y puede suplantarlo. El futuro no se verá reflejado en la fotografía, del mismo modo que la memoria se ha conservado a través de los documentos fotográficos, sino que se construirá a través de una imagen fotográfica, pero ya desde una concepción más pictórica, creadora. Vista así la fotografía analógica parece apenas un paréntesis histórico ya superado.
Las tensiones que ese cambio de paradigma provoca se dejan ver, también, en el propio trabajo de Fontcuberta como fotógrafo o artista, a elegir. La película de Antonioni pivota en torno a una escena especialmente significativa, cuando el análisis detallado de la imagen fotográfica sirve para revelar una realidad que ha escapado al ojo humano en primera instancia. Pero qué sucede si continuamos ampliando hasta el infinito esa misma imagen, esa sombra analógica. Volvemos a la abstracción, la negación en sí de la mirada, del reconocimiento. Por ese interesante sendero se ha encaminado Fontcuberta en su exposición, e Iván de la Nuez parte de ese proceso para sopesar lo novedoso de sus argumentos lanzando al lector y espectador interesantes preguntas: si nuestra mirada no se dedica más a crear que a registrar o cómo afirmar con certeza que lo que vemos es realidad. Quedan invitados al debate.

Joan Fontcuberta La cámara de Pandora Gustavo Gili, Barcelona, 2010
Joan Fontcuberta Blow Up Blow Up Periférica, Cáceres, 2010
Texto publicado en el nº 1 de la revista Suroeste, Revista de literaturas ibéricas
La fotografía es un montaje realizado por Joan Fontcuberta para el libro La cámara de Pandora