29 junio 2012

Amarillo de Félix Romeo



Del suicidio de su amigo, Chusé Izuel, Félix Romeo ha hecho algo más que sufrir por una herida todavía abierta, ha logrado construir un libro único sobre el misterio de la amistad.

Cita “También puedo decir que cuando estabas a punto de estrellarte contra la acera pensaste que el salto había merecido la pena, que a tomar por culo.”

El autor Más allá de su ingente y continua labor como colaborador de numerosos medios escritos, de su presencia en la difusión cultural a la dirección de La Mandrágora, o de hechos singulares como su aparición en la película Lumiere y cía, Romeo ha destacado ante todo como autor de dos novelas raras y valiosas: Dibujos animados y Discothèque, que le valieron el aplauso crítico y la atención de esos lectores que buscaban autores con los que superar la resaca de ese engendro aburrido al que bautizaron como Nueva Narrativa Española.

Síntesis Chusé Izuel se tiró del balcón del piso que compartía con sus amigos Bizén y Félix el 27 de febrero de 1992. Dejó escritas muchas colaboraciones en prensa y unos relatos inéditos que se publicaron póstumos bajo el título Todo sigue tranquilo. Este libro es un homenaje y una investigación en la que un amigo se pregunta algo más que los motivos del suicidio: ¿por qué esa muerte le alivió tanto y por qué se siente culpable de ello?

Comentario Cioran dijo que “Toda amistad es un drama oculto, una serie de heridas sutiles”, y precisamente este libro es, en sí, un inventario de heridas, de síntomas, que sirven al autor para tratar de diagnosticar la verdadera razón del drama: por qué no supo ver lo que estaba larvado. La búsqueda obsesiva de pistas, de marcas, de confesiones entre lo que ha quedado del amigo –sus cartas, sus textos, sus colaboraciones en prensa-, lleva al autor, al amigo, a encontrar avisos, advertencias premonitorias en todos ellos. ¿Hasta qué punto son, verdaderamente, llamadas de auxilio de una mente ya perdida, asfixiada de melancolía, o tan sólo imposturas creativas? Lo verdaderamente enriquecedor de este libro, más allá de la valentía y honestidad de Romeo de trabajar con materiales tan íntimos e hirientes, es el análisis casi obsesivo de la culpa. No se trata tanto de esclarecer el por qué, de hecho el narrador, que quiere saber, llega a elucubrar una teoría para ello, sino de librarse de la culpa, de asegurarse de una vez que no había una serie de gritos de ayuda en cada una de las palabras y de los gestos del amigo. Y la grandeza del texto radica en reconocer la incapacidad del mismo de lograr su objetivo. No puede trazar una biografía del amigo, no hace sino aumentar cada vez más las preguntas en torno a lo sucedido. ¿Para qué escribir entonces este libro? ¿Tan sólo una sencilla purga del alma? No, hay que ir más allá y entenderlo como un ejercicio único de humildad frente a la incapacidad del lenguaje para plasmar y entender la vida. Como en el caso de Pavese, callar supone, quizá, la muerte. 
Félix Romeo Amarillo Plot, Madrid, 2008
Apareció en el diario Público el día 16 de febrero de 2008

27 junio 2012

El cuaderno rojo de Benjamin Constant



El autor Aunque llegó a ser presidente del Consejo de Estado tras la revolución de 1830, institución de la que ya formó parte durante los “Cien días” que precedieron a la derrota definitiva de Napoleón en Waterloo, y dedicase sus mayores esfuerzos a titánicos ensayos, es por sus novelas y diarios por lo que hoy es recordado.

En síntesis Este entretenido libro narra las peripecias de un joven noble que se lanza a descubrir el mundo armado tan sólo de dos virtudes: una capacidad única de congeniar y enamorarse de las mujeres inteligentes, y una facilidad casi inverosímil para quedarse sin dinero y tener que depender de amigos y familiares para salir del paso.

Cita Ella era la única persona con la que charlaba libremente, porque era la única que no me aburría con consejos y reconvenciones sobre mi conducta.

Comentario Más allá de unas memorias que se leen con una facilidad admirable –la traducción de Manuel Arranz es ejemplar-, lo mejor del libro es transportarnos a un mundo que, no por lejano en el tiempo, deja de ser actual, porque todos nos podemos sentir identificados con el protagonista, porque todos fuimos jóvenes aprendiendo a vivir. 
Benjamin Constant El cuaderno rojo Periférica, Cáceres, 2008
Publicado en el diario Público el 2 de febrero de 2008

08 junio 2012

Encuentro con el otro de Ryszard Kapuściński

En diversas ocasiones, el excepcional periodista polaco aprovechó para plasmar sus experiencias e impresiones sobre la figura del Otro, a la luz de los cambios sociales y económicos que analizó en sus viajes y lecturas.

Cita "Lo curioso es que en todas partes –e independientemente de qué religión se trate-, allí donde se produce una intensificación del celo religioso, esa intensificación reviste un carácter regresivo, conservador, fundamentalista."

El autor La influencia de la obra de Kapuscinski se ha dejado notar en numerosas disciplinas, no sólo en la que fue su principal dedicación: el periodismo, donde gracias a sus reportajes se ha convertido en una figura de referencia, sino también en la narrativa –desde la ficción pura y dura a la no-ficción y los cruces de ambos géneros- y en la poesía. Además, obtuvo el reconocimiento del público –sus libros son éxitos de ventas, sobre todo “Ébano”- y de las instituciones: Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Síntesis Cualquiera que los haya leído sabe que sus reportajes son especiales, distintos al resto. Cada uno de sus viajes, de sus contactos con otras culturas, estuvo siempre acompañado de una profunda investigación antropológica, cimentada en numerosas lecturas de la materia, que siempre contrastaba con sus propias experiencias sobre el terreno. De esas experiencias surgen estas conferencias donde explica, en buena medida, las intenciones de sus reportajes: permitirnos conocernos a nosotros mismos a través de nuestro reflejo en los otros.

Comentario En una de las conferencias recogidas en este pequeño y denso libro se cita a McLuhan y su concepción de al aldea global como un ideal que contrasta con la metáfora más exacta de aquello en lo que nos hemos convertido: una multitud de viajeros individualizados en un aeropuerto que se cruzan los unos con los otros sin comunicarse entre ambos. Frente a esa fría realidad, Kapuscinski añora el ideal del visionario canadiense, en el que la tecnología nos permita sentirnos siempre acompañados y acogidos como en el seno de una aldea tradicional.
La convivencia del periodista con numerosos Otros a lo largo de sus investigaciones le coloca en un lugar privilegiado para hablar del cambio del paradigma de la alteridad. Frente a la concepción etnocéntrica de los primeros antropólogos, en la que se trabajaba siempre con la oposición entre Europa y ese Otro que habita las colonias, los países que no rigen el destino de la humanidad, Kapuscinski nos presenta una nueva realidad donde el Otro es el vecino de la puerta de al lado. La relación vertical entre Primer y Tercer Mundo se ha modificado para convertirse en una relación horizontal donde el Otro es el habitante de cualquier otro país de este mundo que se ha reducido a golpes de tecnología y medios de transporte.
Malinowski, Tischner y algún otro autor comparecen en estas conferencias, pero resulta iluminadora la presencia de Lévinas, ya que en su pensamiento se genera una nueva idea del Yo en la que éste no se circunscribe a un solo individuo que se opone al Otro, sino que lo acoge, formando así una nueva realidad en la que esa oposición queda abolida.
Ryszard Kapuściński, Encuentro con el Otro, Anagrama, Barcelona, 2008
Publicado en el diario Público el  19 de enero de 2008

Aforismos de JRJ


El autor  Una de las facetas menos conocidas de la inmensa obra de JRJ es la del aforista. Y es tan fecunda y constante como su dedicación lírica. Marco Aurelio, Nietzsche, Kant y el Kempis fueron sus influencias a lo largo de los sesenta años que dedicó a escribir más de cuatro mil aforismos recogidos en Ideolojía.

En síntesis  Uno de las piezas recogidas en el libro dice: “Esta terrible desazón consiste en que, en cada instante, quiero vivir toda mi vida.” Las palabras del propio autor se convierten así en el mejor resumen de su intención aforística: reunir en cada pensamiento toda la intensidad y densidad que contiene el resto de su obra.

Cita "No intento, no he intentado nunca hacer de mis libros armas de conquista, sino obras de arte."

Comentario Estos 656 aforismos, seleccionados por Andrés Trapiello, conforman uno de esos títulos que, a buen seguro, se convertirá para los que se acerquen a él en uno de esos libros de cabecera que se tienen siempre a mano. Como cierre, un emblema para el aforista: “Todos los escritores confusos son largos; breves, todos los claros”.
Juan Ramón Jiménez, Aforismos, La Veleta-Comares, Granada, 2007
Publicado en el diario Público el  12 de enero de 2008

06 junio 2012

Ciencias morales de Martín Kohan



El autor Kohan ha enlazado una racha imparable desde que editó su novela “Segundos fuera”. Los ensayos “Narrar a San Martín” y “Zona urbana”, sobre Walter Benjamin, y la excelente novela “Museo de la Revolución” –elegida como una de las mejores del año en este diario-, han servido de preludio a este merecido premio Herralde de Novela.

En síntesis La dictadura argentina vive sus últimos coletazos, la guerra de las Malvinas parece suceder muy lejos, y en el Colegio Nacional de Buenos Aires los futuros prohombres de la nación se educan en la burbuja de unas rígidas y absurdas normas que les imponen colaboradores de la dictadura o jóvenes preceptores que apenas han vivido.

Cita "María Teresa siente el rumor de un incipiente alivio, pero de inmediato se sobresalta y se pregunta si acaso el alivio no es un lujo que ella no puede permitirse."

Comentario Parábola de los métodos de opresión de la Junta Militar y del desinterés por lo que sucedía de la mayoría de la población argentina, esta novela impacta por su capacidad de conjugar símbolo y sugerencia bajo una trama aparentemente sencilla, que se desvela como una muy efectiva narración sobre la sospecha y la culpa.
Martín Kohan, Ciencias morales, Anagrama, Barcelona, 2007
Publicado en el diario Público el día  5 de enero de 2008

04 junio 2012

En los márgenes


Con la muerte de Julien Gracq se nos va uno de esos artistas que parecen ya de otra época, dedicados a su labor y alejados de las presiones mediáticas y comerciales que les impone la sociedad actual. Su coherente negativa tanto a la candidatura del premio Goncourt por “El mar de las Sirtes” –había criticado sus procedimientos en su panfleto “La literatura estomagante” y pidió por carta que le privasen del mal trago de tener que rechazarlo cuando le nombraron finalista-, como a ingresar en la Academia Francesa al considerar que la institución es un “abuso de poder” –basta comparar con la prisa y el ansia que demuestran algunos autores de estos pagos-, le situó como referente moral de muchos lectores.
Ramón Gaya, en una de las entrevistas que se incluyen en “De viva voz” se sorprende cuando se le señala que sus afirmaciones son polémicas. Él consideraba que lo verdaderamente polémico es que un artista no pueda decir lo que desee y que lo importante sea su obra. Cuando, ya octogenario, recibió el primer premio Velázquez de pintura, todos sus admiradores nos alegramos, pero también sospechábamos que a él le daba totalmente igual. Sus preocupaciones eran otras.
Como también parecen ser otras las de un escritor oculto pero constante, que sigue trabajando a sus noventa y siete años, y que pasa desapercibido porque habla de las sencillas cosas del campo, con una delicadeza y estilo únicos. A José Antonio Muñoz Rojas le llegó hace cinco años el reconocimiento a través de ese hermano pequeño del Cervantes que es el Reina Sofía de Poesía –qué original la rima-, pero sigue siendo un escritor para gourmets, que publica regularmente una nueva perla pese a que los voceros de la cultura no parecen darse cuenta de ello.
Publicado en el diario Público el 24 de diciembre de 2007

02 junio 2012

Filosofía en MP3



Los profetas de la modernidad repiten cada dos por tres que el futuro será de los géneros breves. Y uno no sabe, la verdad, en qué se basa esa opinión, porque precisamente los géneros más extensos llegan a más público debido a que son menos exigentes con el lector, permiten una inmersión más relajada dentro del universo que proponen. De ser así, todo el mundo iría en el metro leyendo microrrelatos, pero basta mirar alrededor en el vagón para ver los mismos ladrillos desde hace años: Follet y Brown.
Por eso no extraña lo complicado que es editar, y conseguir lectores, para un género tan intenso y exigente con el lector como los aforismos. Píldoras de pensamientos que se van expandiendo a medida que meditamos sobre ellas.
Ha querido la casualidad que en los últimos años el interés por el género haya crecido en España y que algunos, pocos pero escogidos editores, se hayan decidido a acercarnos estas colecciones de piedras preciosas.
Julián Rodríguez, como editor, y Luis Eduardo Rivera como traductor, desde Periférica, continúan con la publicación de “Sobre arte y literatura” de Joseph Joubert el trabajo de acercar a grandes aforistas que se inició con “Pensamiento y rivarolianas” de Antoine de Rivarol y se extendió con “Pasos en la arena” de Remy de Gourmont. Libros que han demostrado que, bien editados, los aforismos llegan a sus lectores.
La escuela francesa, a la que pertenecen estos tres autores, ha sido, desde luego, una de las grandes canteras de estos filósofos de la brevedad que, blandiendo el afilado bisturí del ingenio, construyen pensamientos que aúnan lo profundo con lo estético. Ahí radica el arte del aforismo, en que parecen filosofía destilada con tintes poéticos.



No es de extrañar que uno de los grandes cultivadores del género en España haya sido Juan Ramón Jiménez. El premio Nobel encontró, dentro de su ingente producción, un hueco para escribir numerosos aforismos. Una nutrida selección de ellos se puede leer en el volumen que Andrés Trapiello –otro autor que acostumbra a deslizar algunas de estas reflexiones con vestimentas líricas en sus diarios- ha editado en la colección que él dirige, La Veleta, de la editorial Comares.
En dicho libro se aprecian las características que hacen único al aforismo frente a otras posibilidades de expresión e investigación del pensamiento: su matiz lírico y su fragmentaridad, que los torna tan modernos. Del mismo modo que asimilamos el mundo de modo sesgado, los aforismos plasman esa experiencia de modo segmentado, pero sin abandonar por ello la intención de tocar, o al menos intuir, y por tanto construir la verdad.
El aforismo se nutre pues de una meditación filosófica enunciada de un modo creativo, bello, que pretende dar un pensamiento íntegro y ordenado en una frase, valiéndose de la paradoja y del humor si es necesario.
El aforismo es filosofía refrescante, higiénica, que airea el plomo agolpado en los sobrios cortinajes del pensamiento académico. Por eso se acercaron al aforismo pensadores como Nietzsche o escritores como Kafka, que encontraron en el pensamiento fragmentado un campo de operaciones único para reflejar el collage acelerado de la vida moderna.

Apoyos
Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799) está reconocido como el aforista más importante de la historia. Fue un importante físico y profesor universitario que recogió en numerosos cuadernos sus reflexiones. Cien años después de su muerte se publicaron póstumamente para sorpresa y deleite de sus numerosos lectores. La edición más solvente en castellano es la de Edhasa, con traducción de Juan José del Solar.

Joseph Joubert (1754-1824) desplegó una influencia en el mundo literario francés que no parecía corresponder con su producción literaria. Póstumamente, su discípulo Chateaubriand, publicó en 1838 una primera selección de textos extraídos del diario que, durante cincuenta años, escribió para sí mismo el autor. La edición completa de dichos cuadernos no se hizo hasta comienzos del siglo xx.

Lorenzo Oliván (1968) es uno de los pocos autores españoles que se han entregado a la escritura y publicación de colecciones de aforismos, reivindicando así el género frente a la indiferencia que ha despertado tradicionalmente en la literatura patria. “El mundo hecho pedazos” (Pre-Textos), “La eterna novedad del mundo” (La Veleta) y “Cuatro trazos” recogen, de momento, su labor.
Publicado en el diario Público el 18 de diciembre de 2007