15 enero 2007

Serie negra argentina

Rodolfo Walsh es un autor casi desconocido en España. Lo único que se encuentra con facilidad es el “Cuento para tahúres” que de vez en cuando se recoge en alguna antología. Una vez leído sorprende la capacidad de recreación de un mundo turbio, de esa atmósfera de serie negra que es capaz de fundir con elementos lógicos, analíticos, en la línea de la mejor novela de intriga inglesa.
El que se acerque a este libro encontrará exactamente eso, como indica el título del mismo, Cuento para tahúres y otros relatos policiales, recoge once piezas en las que se dan la mano las dos vertientes del género policial: los ambientes y personajes que uno suele encontrar en la gran estirpe de la serie negra estadounidense –ya sea literatura o cine- fundida con la construcción de casos en los que la lógica y la reflexión analítica sirven como eje de la trama. Y todo ello trasladado a una Argentina casi desconocida para el lector medio español, con ciudades enormes que parecen calcadas de las ciudades yanquis que vemos en el cine, y contados casos que se desarrollan en la provincia. Walsh no se inventa ese escenario, elige un mundo al que no estamos acostumbrados cuando pensamos en su país pero que también existe, lo que sucede es que suele ser el decorado de las noticias de los periódicos, y eso no es lo que llega aquí. Hasta aquí llegan o bien los textos más folclóricos, como la literatura gaucha, o bien las excelencias de un puñado de cultísimos escritores que se sentían más europeos que americanos a la hora de hacer literatura –Borges, Mujica Laínez, Bioy Casares, Cortázar-. Walsh fue un periodista excelente, que hoy ha quedado fijado en la memoria de los lectores como el autor de una carta abierta a la Junta militar argentina que vino a ser su sentencia de muerte.
Hoy es muy difícil leer a Walsh, y posiblemente este libro no sea el más indicado para despertar el interés en su obra, ya que es una obra menor en la que se evidencia en demasía la influencia de los trabajos “alimenticios” –pongo entre comillas el adjetivo porque me hace mucha gracia la gente que lo usa sin ellas, suponiendo que hay trabajos que un hombre hace por otra cosa distinta que el dinero que necesita para comer- que desarrolló como traductor de novelas de serie negra.
En breve hablaremos por aquí de otras obras de mayor calado de Walsh, pero de momento traemos aquí su nombre, para que no se olvide.
Rodolfo Walsh Cuento para tahúres y otros relatos policiales Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2005