09 marzo 2006

La vida subterránea


Cuesta mucho imaginar cómo debió ser el mundo antes de que inventara el metro. Para mí el metro es algo tan consustancial de mi vida que no logro imaginarme cómo algunos de mis amigos, por ejemplo, no pueden entrar en el metro. Alfonso Susiac, por ejemplo, con el que anduve una semana por Paris, una semana complicadísima porque antes de hacer cualquier trayecto había que estudiarlo con detenimiento para que nse pusiera nervioso con su claustrofobia. Autobuses, trenes de cercanías en los que había que asegurarse que no se metieran por túnel alguno. Después de mi visita anterior a Paris, en la que estaba todo el día en el metro fue una manera nueva de entender la ciudad.
Pero no sólo está interiorizado el metro en mi vida, tambié sus símbolos. El plano de Metro que creó un diseñador de cirtcuitos eléctricos llamado Harry Beck es uno de los mejores diseños de la Historia. Como curiosidad, la BBC está llevando a cabo una ecnuesta sobre cuál es el gran diseño británico, y los tres diseños más votados son el Concorde, el Spitfire y el plano del Underground londinense. Como bien dicen, la fuerza icónica del plano se ha trasladado al diseño del resto de los mapas de transportes del mundo y marca la imagen mental del habitante de la ciudad más que el mapa habitual. Yo creo que eso mismo se podría firmar del de Madrid, es normal, por ejemplo, tener conversaciones del tipo: "Vive en la calle X." "Ya, pero eso en qué metro cae."
La verdad es que al muy inteligente diseño de Beck vino a sumarse al genial diseño tipográfico de Edward Johnston, con el que colaboró Eric Gill para crear unas letras de palo preciosas que están hoy tan unidas a la imagen de Londres como el Big Ben. Es ese tipo de letra el que aparece en todo el metro de Londres, en la red de transportes más antigua del mundo.
Hoy, la imagen de los planos de metro es una de las marcas más significativas de la ciudad. A mí me gusta pensar que, si el mapa de la ciudad sería una foto de la mano, las líneas de metro que lo surcan son las líneas que definen el caracter y llevan escrito el futuro de la ciudad. Por esas líneas transcurro cada día y en ellas encuentro la verdad de la ciudad en muchas ocasiones.